Estamos todos invitados a celebrar el mes de nuestra Madre.
Acompañémosla como ella hizo con Jesús hasta la Cruz.
Ella es quien nos guía y sostiene para caminar hacia el encuentro con su hijo.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones, todas estas amables virtudes: que ellas broten, florezcan y den frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres. Amén.
Cantemos a María mi esperanza
Mujer de las naciones.
María es tu nombre, que nos cubres con tu amor
y nos llevas al encuentro con Jesús.
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