Hoy, la Iglesia contempla la maternidad de la Madre de Dios, modelo de su propia maternidad para con todos nosotros. San Lucas nos presenta el encuentro de los pastores con el niño, que está acompañado de María, su Madre, y de San José.Jesús ya está allí puesto en un pesebre. ¡Es María quién lo ha puesto!
También nos habla del encuentro, de los pastores con Jesús. Sin esa experiencia de un encuentro personal con el Señor no se da la fe. Sólo este encuentro, visto con los propios ojos y, en cierta manera, tocado con las manos, hace que los pastores lleguen a ser testigos de la Buena Nueva, verdaderos evangelizadores que pueden dar a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño.
Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto. La adoración del niño Jesús les llena el corazón de entusiasmo por comunicar esta experiencia y, la comunicación de lo que han visto y oído, los conduce hasta la plegaria de alabanza y de acción de gracias, a la glorificación del Señor.
María es muestra de actitud contemplativa... "guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón".
Ya comienza un nuevo año, reflexionemos todas las cosas que hemos hecho en este año y que María, nuestra madre, sea nuestro modelo y la compañía que nos lleve a su hijo Jesús.
Es una Madre que quiere acoger a sus hijos, no nos olvidemos de ella que es nuestra ayuda en este caminar hacia Jesucristo; así alcanzaremos la felicidad, aquella que nos ofrece y que está dispuesta a entregar a aquellos que lo buscan con un corazón sincero.
También nos habla del encuentro, de los pastores con Jesús. Sin esa experiencia de un encuentro personal con el Señor no se da la fe. Sólo este encuentro, visto con los propios ojos y, en cierta manera, tocado con las manos, hace que los pastores lleguen a ser testigos de la Buena Nueva, verdaderos evangelizadores que pueden dar a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño.
Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto. La adoración del niño Jesús les llena el corazón de entusiasmo por comunicar esta experiencia y, la comunicación de lo que han visto y oído, los conduce hasta la plegaria de alabanza y de acción de gracias, a la glorificación del Señor.
María es muestra de actitud contemplativa... "guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón".
Ya comienza un nuevo año, reflexionemos todas las cosas que hemos hecho en este año y que María, nuestra madre, sea nuestro modelo y la compañía que nos lleve a su hijo Jesús.
Es una Madre que quiere acoger a sus hijos, no nos olvidemos de ella que es nuestra ayuda en este caminar hacia Jesucristo; así alcanzaremos la felicidad, aquella que nos ofrece y que está dispuesta a entregar a aquellos que lo buscan con un corazón sincero.
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